PETROPERU PROYECTO MODERNIZACION DE REFINERIA TALARA (PMRT): CUESTIONAMIENTO A LOS MONTOS DE INVERSION.
ACTUALIZACION A MAYO 2017
PARTE II
Por Jaime Santillana y Julia Salinas de Santillana
(Ing. Químicos (UNI), M.S. in Ch.E. (U - Wisconsin Madison, U - Ilinois Urbana Champaigne)
www.ssecoconsulting.co
NOTA DE LOS AUTORES
Petroperú no ha cumplido con publicar el FEED del PMRT ni los Estudios de precios que son necesarios para quienes tenemos conceptualmnte una actitud favorable hacia el PMRT podamos evaluar los resultados y confirmar el desarrollo de la ingeniería.
Los autores han enseñado durante más de 25 años el curso de Diseño de Plantas para Ingeniería Química en la Universidad Nacional de Ingeniería
ACTUALIZACION AL 15 MAYO 2017
El 14 de mayo el Diario Gestión publicó una noticia a partir de información de la Contraloría del Perú, que no se ha hecho pública de manera completa, por lo que se considera necesario incluir esta noticia como base para el análisis técnico.
" Refinería de Talara: Costo se triplicó sin sustento, ni resultados a la vista"
Tomado del diario Gestión del 14 de mayo del 2017, ver
http://gestion.pe/empresas/refineria-talara-costo-se-triplico-sin-sustento-ni-resultados-vista-2189751
" El último informe de la Contraloría se advierte los incrementos en la que se incurrió, sin sustento ni resultados palpables de mejora como en la capacidad de producción de la refinería, ni en la calidad de los productos finales. Lea aquí lo que encontró el ente fiscalizador.
La Contraloría General de la República advierte – en su último informe de mayo – que el costo de la Modernización de la Refinería de Talara se triplicó al pasar de US$ 1,335 millones a US$ 4,155 millones, cifra que en opinión de la entidad fiscalizadora “podría seguir incrementándose”.
Otro hecho que subraya la Contraloría es que Petroperú – entidad encargada de la modernización de la citada refinería – no ha explicado ni mucho menos sustentado porque creció tanto el costo de la mejora.
¿Qué pasó? El último informe de la Contraloría detalló que hace nueve años, Petroperú encargó a la empresa consultora Arthur D Little elaborar un Estudio de Factibilidad para conocer la viabilidad económica de la modernización de la Refinería de Talara.
Esta pesquisa determinó que se necesitaba una inversión de US$ 1,335 millones para ampliar la capacidad de producción de la refinería y reducir drásticamente el contenido de azufre en gasolinas y diésel.
Este monto comprendía tres componentes: unidades de proceso (US$ 947.5 millones); unidades auxiliares (US$ 335.5 millones) e inversiones complementarias (US$ 52 millones).
El primer componente, se refería a las partes principales del proceso de transformación del petróleo crudo o natural a los diferentes tipos de combustibles y derivados. Así, en el 2012, cuando se encargó a la empresa Técnicas Reunidas realizar el Estudio de Ingeniería Básica Extendida (FEED), Petroperú fue informado que debía invertir US$ 2,730 millones.
“Es decir, hubo un incremento de US$ 1,782.5 millones. El presupuesto requerido era casi tres veces lo previsto inicialmente para este componente”, alertó la Contraloría.
Ante esta situación, Petroperú volvió a contratar a la empresa consultora Arthur D Little para que evalúe si los resultados del Estudio de Ingeniería Básica Extendida eran razonables.
La empresa opinó que encontraba razonable el incremento del costo de estas unidades en US$ 1,307.6 millones considerando la inflación, alcance, cambios y adiciones hechas al proyecto, pero no habría opinión sobre la diferencia de US$ 475 millones.
“Para la Contraloría, esta mayor inversión (US$ 2,730 millones) en las unidades de proceso de la refinería no ha ocasionado un incremento en los volúmenes de producción o de la calidad del producto”, subrayó la entidad fiscalizadora.
Una prueba de ello, fue que cambiar la alternativa de renovar algunas unidades de proceso de la refinería para construir nuevas unidades o incrementar su tamaño, “no aumentó la capacidades de producción o la calidad del producto, solo elevó los costos de inversión del proyecto”.
Esto no fue el único incremento que detectó la Contraloría, dado que en el informe reveló que el presupuesto para la construcción de las unidades auxiliares (vinculadas al procesamiento de petróleo) aumentó de US$ 335.5 millones a US$ 815 millones, es decir, hubo un incremento de US$ 479.5 millones.
El presupuesto subió 2.4 veces lo estimado inicialmente. En los últimos años, cabe precisar, Petroperú estimó una inversión de US$ 815 millones para las unidades auxiliares, habiendo convocado a procesos de selección para la construcción de éstas que quedaron truncos.
Este incremento no fue lo único que halló la Contraloría, ya que también aumentaron el presupuesto para la modernización de la Refinería de Talara las inversiones complementarias (no vinculadas al procesamiento de petróleo) que de US$ 52 millones treparon a US$ 162 millones y luego a US$ 610.1 millones, es decir, se elevaron 11 veces más de los previsto al inicio. (Ver tabla)
Ante el panorama descrito, la Contraloría advierte que el costo final de la modernización de la Refinería de Talara se triplicó a US$ 4,155 millones “sin que se hayan presentado cambios significativos en el alcance del proyecto, como son su capacidad de producción, calidad y cantidad de los productos finales y la capacidad de procesar diversos tipos de materia prima”.
http://gestion.pe/multimedia/imagen/2189751/222052
Petroperú no ha cumplido con publicar el FEED del PMRT ni los Estudios de precios que son necesarios para quienes tenemos conceptualmnte una actitud favorable hacia el PMRT podamos evaluar los resultados y confirmar el desarrollo de la ingeniería.
Los autores han enseñado durante más de 25 años el curso de Diseño de Plantas para Ingeniería Química en la Universidad Nacional de Ingeniería
ACTUALIZACION AL 15 MAYO 2017
El 14 de mayo el Diario Gestión publicó una noticia a partir de información de la Contraloría del Perú, que no se ha hecho pública de manera completa, por lo que se considera necesario incluir esta noticia como base para el análisis técnico.
" Refinería de Talara: Costo se triplicó sin sustento, ni resultados a la vista"
Tomado del diario Gestión del 14 de mayo del 2017, ver
http://gestion.pe/empresas/refineria-talara-costo-se-triplico-sin-sustento-ni-resultados-vista-2189751
" El último informe de la Contraloría se advierte los incrementos en la que se incurrió, sin sustento ni resultados palpables de mejora como en la capacidad de producción de la refinería, ni en la calidad de los productos finales. Lea aquí lo que encontró el ente fiscalizador.
La Contraloría General de la República advierte – en su último informe de mayo – que el costo de la Modernización de la Refinería de Talara se triplicó al pasar de US$ 1,335 millones a US$ 4,155 millones, cifra que en opinión de la entidad fiscalizadora “podría seguir incrementándose”.
Otro hecho que subraya la Contraloría es que Petroperú – entidad encargada de la modernización de la citada refinería – no ha explicado ni mucho menos sustentado porque creció tanto el costo de la mejora.
¿Qué pasó? El último informe de la Contraloría detalló que hace nueve años, Petroperú encargó a la empresa consultora Arthur D Little elaborar un Estudio de Factibilidad para conocer la viabilidad económica de la modernización de la Refinería de Talara.
Esta pesquisa determinó que se necesitaba una inversión de US$ 1,335 millones para ampliar la capacidad de producción de la refinería y reducir drásticamente el contenido de azufre en gasolinas y diésel.
Este monto comprendía tres componentes: unidades de proceso (US$ 947.5 millones); unidades auxiliares (US$ 335.5 millones) e inversiones complementarias (US$ 52 millones).
El primer componente, se refería a las partes principales del proceso de transformación del petróleo crudo o natural a los diferentes tipos de combustibles y derivados. Así, en el 2012, cuando se encargó a la empresa Técnicas Reunidas realizar el Estudio de Ingeniería Básica Extendida (FEED), Petroperú fue informado que debía invertir US$ 2,730 millones.
“Es decir, hubo un incremento de US$ 1,782.5 millones. El presupuesto requerido era casi tres veces lo previsto inicialmente para este componente”, alertó la Contraloría.
Ante esta situación, Petroperú volvió a contratar a la empresa consultora Arthur D Little para que evalúe si los resultados del Estudio de Ingeniería Básica Extendida eran razonables.
La empresa opinó que encontraba razonable el incremento del costo de estas unidades en US$ 1,307.6 millones considerando la inflación, alcance, cambios y adiciones hechas al proyecto, pero no habría opinión sobre la diferencia de US$ 475 millones.
“Para la Contraloría, esta mayor inversión (US$ 2,730 millones) en las unidades de proceso de la refinería no ha ocasionado un incremento en los volúmenes de producción o de la calidad del producto”, subrayó la entidad fiscalizadora.
Una prueba de ello, fue que cambiar la alternativa de renovar algunas unidades de proceso de la refinería para construir nuevas unidades o incrementar su tamaño, “no aumentó la capacidades de producción o la calidad del producto, solo elevó los costos de inversión del proyecto”.
Esto no fue el único incremento que detectó la Contraloría, dado que en el informe reveló que el presupuesto para la construcción de las unidades auxiliares (vinculadas al procesamiento de petróleo) aumentó de US$ 335.5 millones a US$ 815 millones, es decir, hubo un incremento de US$ 479.5 millones.
El presupuesto subió 2.4 veces lo estimado inicialmente. En los últimos años, cabe precisar, Petroperú estimó una inversión de US$ 815 millones para las unidades auxiliares, habiendo convocado a procesos de selección para la construcción de éstas que quedaron truncos.
Este incremento no fue lo único que halló la Contraloría, ya que también aumentaron el presupuesto para la modernización de la Refinería de Talara las inversiones complementarias (no vinculadas al procesamiento de petróleo) que de US$ 52 millones treparon a US$ 162 millones y luego a US$ 610.1 millones, es decir, se elevaron 11 veces más de los previsto al inicio. (Ver tabla)
Ante el panorama descrito, la Contraloría advierte que el costo final de la modernización de la Refinería de Talara se triplicó a US$ 4,155 millones “sin que se hayan presentado cambios significativos en el alcance del proyecto, como son su capacidad de producción, calidad y cantidad de los productos finales y la capacidad de procesar diversos tipos de materia prima”.
http://gestion.pe/multimedia/imagen/2189751/222052
INTRODUCCION
Los autores iban a iniciar su análisis de la vasta información que ha publicado Petroperú, pero la primera semana de mayo 2017 el ingeniero Campodónico es Presidente de Petroperú y el actual Presidente Ing. Rossel se han referido extensamente al tema por lo que este paper estará dedicado a copiar sus declaraciones públicas al respecto.
Asimismo un distinguido ingeniero amigo de los autores comentó en https://www.academia.edu lo siguiente: “…me quedan dudas, sobretodo en el escalamiento del costo entre el FEED y la conversión. …. Por otro lado debo remarcar que no es apropiado comparar promedios de RM porque no es solo el volumen más complejidad sino el costo de oportunidad del crudo (es una irrealidad que el PMRT sea para el crudo selva, porque este sencillamente no existe y es tan caro como uno importando de mejor calidad)…”
Petroperú: hora cero y segunda lectura
Por ingeniero Dr. Humberto Campodónico, Tomado de Cristal de Mira publicado el 01 de mayo del 2017 en la República (leer http://www.cristaldemira.com/articulodeldia.php y http://larepublica.pe/impresa/opinion/870953-petroperu-hora-clave-y-segunda-lectura)
“Las recientes declaraciones del Contralor Edgar Alarcón acerca del aumento del monto de inversión en la Refinería de Talara (de US$ 1,335 millones a US$ 4,155 millones del 2011 al 2017) sin que existieran variaciones significativas en el alcance del proyecto, dieron lugar a una rápida respuesta de Petroperú.
Ciertamente, una variación de esa naturaleza de los montos de inversión es preocupante. No solo eso. En el clima de corrupción que estamos viviendo, la extrañeza de la ciudadanía ante esas cifras podría derivar en una actitud de rechazo a su modernización.
Es importante remarcar que no estamos frente a artículos periodísticos que critican tal o cual aspecto. Por ejemplo, que no hay petróleo nacional que refinar, por tanto, para qué hacer una refinería. O que sería más barato importar todos los combustibles que modernizar una refinería. O que los costos de la refinería han crecido tanto que el proyecto ya no es rentable. Y así (1).
Estamos frente al Contralor de la República y sus declaraciones tienen el peso que su investidura le otorga. Por eso, es clave que Petroperú haya colgado en su portal Internet (desde hace varias semanas) los documentos del proyecto para conocimiento de todos los interesados.
El proyecto tiene dos etapas claramente definidas. Primero, la elaboración de la ingeniería de detalle (FEED, en inglés), que fue ganada por Técnicas Reunidas en concurso internacional, cuyo contrato fue firmado en mayo del 2010. Durante esta etapa, que duró tres años, puede haber cambios diversos (se añaden o se quitan unidades del proceso; se evalúa, con el método del “libro abierto”, el costo de la maquinaria y de las obras civiles).
Una vez terminado el FEED y definido el monto de inversión, que fue de US$ 2,730 millones, el contrato se convierte en un “llave en mano” (el monto ya no varía) y se pasa a la fase de construcción (EPC, en inglés). El EPC fue firmado en mayo del 2014 entre Petroperú y Técnicas Reunidas.
Es muy importante resaltar que Petroperú encargó que el FEED sea evaluado por terceros. Primero por la consultora Arthur D. Little de EEUU en el 2012 y luego por Technip de Francia en el 2013, las mismas que validaron, tanto los estudios de ingeniería como los montos de la inversión que presentó la empresa Técnicas Reunidas. Ambos informes están colgados en el Portal Internet de Petroperú.
Hay que señalar que otras licitaciones –como la del Tramo 2 del Metro de Lima- se hicieron sin que haya expediente técnico (ingeniería de detalle), la misma que sería realizada por el propio contratista a medida que avanza la obra (!!! aunque Usted no lo crea!!!), lo que abre la puerta a sobrevaluaciones. En Talara, ese no es el caso pues la ingeniería de detalle del FEED determina que los montos de inversión solo pueden variar un máximo de 5% para arriba o para abajo.
Adicionalmente al EPC, se tienen que hacer unidades auxiliares (“periféricas”) como la planta de nitrógeno, de ácido sulfúrico, cogeneración eléctrica y desalinización de agua de mar. Empresas privadas realizarían estas inversiones (estimado de US$ 815 millones) y venderían la producción a Petroperú.
Aquí se ha producido un cambio importante, pues el actual Directorio ha acordado que sean ahora realizadas por Petroperú (hubo hasta 3 licitaciones sin éxito), lo que aumenta el monto de inversión. Señalemos que el margen de ganancia de los proveedores ahora se quedará en Petroperú, quien también podría adjudicar más adelante estas unidades a inversionistas privados en una modalidad por definir.
Hay dos temas más que explican el aumento. Uno, los intereses de la fase pre operativo por US$ 708 millones, que el actual Directorio ha decidido incluir para “transparentar” sus decisiones, a pesar de que la doctrina contable y financiera no lo hace. Dos, también incluye los costos por la demora del proyecto: de un lado, US$ 300 millones por variación de precios y, de otro, US$ 318 millones por intereses adicionales.
¿Y por qué la demora? Se trata del delicado tema del “cierre financiero”, es decir, de conseguir los fondos para la inversión en el mercado financiero internacional. Normalmente, un proyecto tiene un plazo consignado en el contrato para conseguirlo.
Eso fue lo que sucedió, por ejemplo, con el Gasoducto Sur Peruano; como no consiguió el dinero, se rescindió el contrato en enero. Igual con Chinchero, donde dos años después de firmado el contrato, Kuntur Wasi debía presentar el “cierre financiero”. Su propuesta fue tan elevada que provocó la grave situación hasta hoy no resuelta.
En este caso, el EPC se firmó en mayo del 2014 y la propuesta de “cierre financiero” estaba lista desde mediados del 2015. Pero, con diferentes argumentos, el MEF no dio el visto bueno, lo que prosigue hasta hoy. Eso tiene dos efectos.
Uno, provoca retrasos, que generan penalidades. Dos, en el interín, la tasa de interés del FED se ha triplicado, pues ha subido de 0.25 a 1%, lo que encarece cualquier proyecto.
Esta situación anormal, a nuestro juicio, puede ser objeto de una segunda (o tercera) lectura. Existen grandes intereses para traerse abajo el proyecto. Algunos son ideológicos (horror, el éxito de la estatal malogra mi “modelo”). Otros podrían estar haciendo río revuelto para desacreditar a Petroperú y pescarla-privatizarla en el camino (ya volvemos con más).
Para terminar, es importante aclarar todas las cifras y, sobre todo, responder al Contralor. A lo que se agrega algo clave: la demostración de que el proyecto es rentable, como ya se ha hecho antes, pero que hoy es necesario reiterar.
Estamos de acuerdo con la propuesta de Petroperú de que se haga un nuevo estudio por Arthur D. Little para comparar el proyecto actual con los años anteriores y para analizar si el estimado actual del monto de la inversión del proyecto presenta un valor razonable de mercado. Mientras, sigamos todos con los ojos bien abiertos en este 1 de mayo de los trabajadores y en las semanas que vienen.
(1) Ya hemos respondido en estos artículos:
http://www.otramirada.pe/petroper%C3%BA-ahora-es-cuando-las-cifras-tienen-que-estar-muy-claras
http://larepublica.pe/impresa/opinion/857705-petroperu-no-basta-la-regla-de-3 ”
DECLARACIONES DEL INGENIERO LUIS GARCIA AL COMERCIO EL DIA 03 DE MAYO 2017
(Leer http://elcomercio.pe/economia/peru/luis-garcia-rosell-inversion-talara-se-justifica-noticia-1988783?ref=flujo_tags_351797&ft=nota_1&e=titulo)
“Luis García Rosell: "La inversión en Talara se justifica".
El presidente de Petro-Perú niega que los costos de la modernización de la refinería se hayan incrementado irregularmente
El artículo que se transcribe fue escrito por Gonzalo Carranza Editor Central de Economía y Negocios del Comercio
“- Petro-Perú ha anunciado que hará públicos los estudios sobre los costos de la modernización de la refinería de Talara. La contraloría tuvo acceso a estos documentos, pero emitió un informe muy crítico.
Ese es un tema al que he estado dándole vueltas. Parte del problema es que, si queremos comparar cotizaciones, tenemos que ver en qué nivel de ingeniería están. El primer análisis de Arthur D. Little fue hecho bajo un esquema de ingeniería conceptual, que es simplemente una idea. Luego pasa a una ingeniería básica, a una extendida, y finalmente a una ingeniería de detalle, donde hay mucha mayor precisión en los elementos a cotizar y [el presupuesto] puede crecer de manera significativa.
Esto empieza en US$1.334 millones en un primer nivel de ingeniería. Unos años después pasa a US$1.700 millones, una cifra que se anunció en los medios, pero de la que no tenemos detalles de qué incluían. Cuando se acaba el análisis de ingeniería, la inversión era alrededor de US$4.100 millones, pero se separa en tres partes: US$2.700 millones para unidades de proceso, que fue lo que se le adjudicó a Técnicas Reunidas; US$500 millones aproximadamente para obras complementarias, y US$815 millones para unidades auxiliares.
- ¿Las unidades de proceso son el ‘core’ de la refinería?
En realidad, todo es la refinería. Esto es como una casa: las obras complementarias son nivelar el terreno y pagarle al supervisor que va a mirar si la casa funciona, y las unidades auxiliares son como el garaje: puedes invertir en hacerlo o que un tercero haga la inversión y tú lo alquilas. En el caso de Talara, estaba contemplado tenerlo en libros de terceros, pero fracasaron los procesos de adjudicación y decidimos incorporarla.
Esa es una forma de verlo. Otra es que ya se había anunciado un monto de inversión y cuando resultó que era mayor, se sacaron conceptos, pues tampoco se incluían las obras complementarias. Se forzó una cifra, pero en realidad la inversión era de US$4.100 millones y, sumando los gastos financieros, llegamos a un estimado de US$5.400 millones.
Porque haber diferido la adjudicación de estas unidades auxiliares va a generar mayor costos fijos. También por los gastos financieros. Entiendo que algunos no incorporen estos gastos, pero sí forman parte de la inversión en la medida en que se demore la culminación de la refinería. Si a una empresa le toma tres años hacer una refinería y a otra le toma 10 años un proyecto exactamente igual, el gasto financiero termina impactando en la segunda.
Bueno, para mí han pasado ocho meses, tres como gerente general y cinco como presidente, esperamos que esto sea como un parto y salgamos pronto [risas]. Este proyecto nació sin financiamiento cerrado. Existía una ley que facultaba al Estado a avalar US$1.000 millones. Esto era insuficiente y la forma en que fue constituida esa garantía hacía que, si entrábamos en default, el Estado haría cinco pagos anuales de US$200 millones. Nominalmente eran mil millones, pero en valor presente era un valor menor. Finalmente nos pusimos de acuerdo con el MEF y nos fuimos por la idea de la emisión de bonos sin la garantía del Estado y por crédito con bancos garantizado por la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce).
Una refinería tiene dos componentes principales: el tamaño y la complejidad. El tamaño de Talara es de mediano a chico, pero la complejidad es alta. Existen ocho refinerías similares en todo el mundo.
- ¿Por qué no buscaron otras soluciones?
Hay que evaluar tres momentos. El primero es antes de iniciar la refinería. ¿El Perú debió haber invertido en una refinería? Hay aspectos a favor y en contra, pero no soy el indicado para señalar esto. El segundo momento es cuando entramos nosotros. La decisión era si seguíamos con el proyecto. Ya se habían invertido US$1.600 millones y había compromisos contraídos por unos US$500 millones más. Si parábamos la refinería, no se podía vender la infraestructura civil, pues básicamente eran pilotes. Habríamos tenido que registrar la pérdida de esos activos y nuestro patrimonio se hubiese vuelto negativo. Además hubiéramos tenido que voltear al Estado y decirle “dame la plata para pagar la deuda”. El tercer momento era evaluar el gasto incremental y ver si su rendimiento justificaba seguir.
- ¿Justificaba?
Sí. No solo el incremental, sino la inversión total. El proyecto nos da crecimiento en capacidad de procesamiento.
También nos da competitividad al poder procesar crudo pesado, que es más barato, y al aumentar la proporción de gasolinas y diésel en nuestro portafolio, con lo que mejora nuestro precio promedio de venta. Y nos da continuidad en el mercado. Hoy existe una norma que impide comercializar en gran parte del territorio nacional diésel con más de 50 partes por millón de azufre. Eso se va a extender a las gasolinas y a todo el Perú en algún momento, como ya sucede en otros países. Y nuestras refinerías no tienen capacidad de procesar crudo para obtener combustibles de bajo azufre, íbamos a tener que cerrarlas. A estas tres razones vinculadas con la empresa, se suman dos adicionales: un combustible con bajo azufre es menos nocivo para la salud y con la refinería se pueden poner en valor las reservas de petróleo de la Amazonía, al procesar el crudo pesado que hay allí. …”
COMENTARIOS DE SSECOCONSULTING.
Los autores, reconocen el esfuerzo de Petroperú en dar información técnica al público, pero para un análisis real se requieren (al menos) disponer en adición de los balances de materia y energía tanto del Estudio de Factibilidad como del FEED ya que cambian tanto las alimentaciones como los productos (al menos en volumen) así como los requerimientos de servicios (al menos el de la electricidad generada propia).
Sería muy agradable que Petroperú publique esta información necesaria que además permitiría estimar un margen de refinación actualizado para poder estimar la viabilidad actual del Proyecto.
Los autores iban a iniciar su análisis de la vasta información que ha publicado Petroperú, pero la primera semana de mayo 2017 el ingeniero Campodónico es Presidente de Petroperú y el actual Presidente Ing. Rossel se han referido extensamente al tema por lo que este paper estará dedicado a copiar sus declaraciones públicas al respecto.
Asimismo un distinguido ingeniero amigo de los autores comentó en https://www.academia.edu lo siguiente: “…me quedan dudas, sobretodo en el escalamiento del costo entre el FEED y la conversión. …. Por otro lado debo remarcar que no es apropiado comparar promedios de RM porque no es solo el volumen más complejidad sino el costo de oportunidad del crudo (es una irrealidad que el PMRT sea para el crudo selva, porque este sencillamente no existe y es tan caro como uno importando de mejor calidad)…”
Petroperú: hora cero y segunda lectura
Por ingeniero Dr. Humberto Campodónico, Tomado de Cristal de Mira publicado el 01 de mayo del 2017 en la República (leer http://www.cristaldemira.com/articulodeldia.php y http://larepublica.pe/impresa/opinion/870953-petroperu-hora-clave-y-segunda-lectura)
“Las recientes declaraciones del Contralor Edgar Alarcón acerca del aumento del monto de inversión en la Refinería de Talara (de US$ 1,335 millones a US$ 4,155 millones del 2011 al 2017) sin que existieran variaciones significativas en el alcance del proyecto, dieron lugar a una rápida respuesta de Petroperú.
Ciertamente, una variación de esa naturaleza de los montos de inversión es preocupante. No solo eso. En el clima de corrupción que estamos viviendo, la extrañeza de la ciudadanía ante esas cifras podría derivar en una actitud de rechazo a su modernización.
Es importante remarcar que no estamos frente a artículos periodísticos que critican tal o cual aspecto. Por ejemplo, que no hay petróleo nacional que refinar, por tanto, para qué hacer una refinería. O que sería más barato importar todos los combustibles que modernizar una refinería. O que los costos de la refinería han crecido tanto que el proyecto ya no es rentable. Y así (1).
Estamos frente al Contralor de la República y sus declaraciones tienen el peso que su investidura le otorga. Por eso, es clave que Petroperú haya colgado en su portal Internet (desde hace varias semanas) los documentos del proyecto para conocimiento de todos los interesados.
El proyecto tiene dos etapas claramente definidas. Primero, la elaboración de la ingeniería de detalle (FEED, en inglés), que fue ganada por Técnicas Reunidas en concurso internacional, cuyo contrato fue firmado en mayo del 2010. Durante esta etapa, que duró tres años, puede haber cambios diversos (se añaden o se quitan unidades del proceso; se evalúa, con el método del “libro abierto”, el costo de la maquinaria y de las obras civiles).
Una vez terminado el FEED y definido el monto de inversión, que fue de US$ 2,730 millones, el contrato se convierte en un “llave en mano” (el monto ya no varía) y se pasa a la fase de construcción (EPC, en inglés). El EPC fue firmado en mayo del 2014 entre Petroperú y Técnicas Reunidas.
Es muy importante resaltar que Petroperú encargó que el FEED sea evaluado por terceros. Primero por la consultora Arthur D. Little de EEUU en el 2012 y luego por Technip de Francia en el 2013, las mismas que validaron, tanto los estudios de ingeniería como los montos de la inversión que presentó la empresa Técnicas Reunidas. Ambos informes están colgados en el Portal Internet de Petroperú.
Hay que señalar que otras licitaciones –como la del Tramo 2 del Metro de Lima- se hicieron sin que haya expediente técnico (ingeniería de detalle), la misma que sería realizada por el propio contratista a medida que avanza la obra (!!! aunque Usted no lo crea!!!), lo que abre la puerta a sobrevaluaciones. En Talara, ese no es el caso pues la ingeniería de detalle del FEED determina que los montos de inversión solo pueden variar un máximo de 5% para arriba o para abajo.
Adicionalmente al EPC, se tienen que hacer unidades auxiliares (“periféricas”) como la planta de nitrógeno, de ácido sulfúrico, cogeneración eléctrica y desalinización de agua de mar. Empresas privadas realizarían estas inversiones (estimado de US$ 815 millones) y venderían la producción a Petroperú.
Aquí se ha producido un cambio importante, pues el actual Directorio ha acordado que sean ahora realizadas por Petroperú (hubo hasta 3 licitaciones sin éxito), lo que aumenta el monto de inversión. Señalemos que el margen de ganancia de los proveedores ahora se quedará en Petroperú, quien también podría adjudicar más adelante estas unidades a inversionistas privados en una modalidad por definir.
Hay dos temas más que explican el aumento. Uno, los intereses de la fase pre operativo por US$ 708 millones, que el actual Directorio ha decidido incluir para “transparentar” sus decisiones, a pesar de que la doctrina contable y financiera no lo hace. Dos, también incluye los costos por la demora del proyecto: de un lado, US$ 300 millones por variación de precios y, de otro, US$ 318 millones por intereses adicionales.
¿Y por qué la demora? Se trata del delicado tema del “cierre financiero”, es decir, de conseguir los fondos para la inversión en el mercado financiero internacional. Normalmente, un proyecto tiene un plazo consignado en el contrato para conseguirlo.
Eso fue lo que sucedió, por ejemplo, con el Gasoducto Sur Peruano; como no consiguió el dinero, se rescindió el contrato en enero. Igual con Chinchero, donde dos años después de firmado el contrato, Kuntur Wasi debía presentar el “cierre financiero”. Su propuesta fue tan elevada que provocó la grave situación hasta hoy no resuelta.
En este caso, el EPC se firmó en mayo del 2014 y la propuesta de “cierre financiero” estaba lista desde mediados del 2015. Pero, con diferentes argumentos, el MEF no dio el visto bueno, lo que prosigue hasta hoy. Eso tiene dos efectos.
Uno, provoca retrasos, que generan penalidades. Dos, en el interín, la tasa de interés del FED se ha triplicado, pues ha subido de 0.25 a 1%, lo que encarece cualquier proyecto.
Esta situación anormal, a nuestro juicio, puede ser objeto de una segunda (o tercera) lectura. Existen grandes intereses para traerse abajo el proyecto. Algunos son ideológicos (horror, el éxito de la estatal malogra mi “modelo”). Otros podrían estar haciendo río revuelto para desacreditar a Petroperú y pescarla-privatizarla en el camino (ya volvemos con más).
Para terminar, es importante aclarar todas las cifras y, sobre todo, responder al Contralor. A lo que se agrega algo clave: la demostración de que el proyecto es rentable, como ya se ha hecho antes, pero que hoy es necesario reiterar.
Estamos de acuerdo con la propuesta de Petroperú de que se haga un nuevo estudio por Arthur D. Little para comparar el proyecto actual con los años anteriores y para analizar si el estimado actual del monto de la inversión del proyecto presenta un valor razonable de mercado. Mientras, sigamos todos con los ojos bien abiertos en este 1 de mayo de los trabajadores y en las semanas que vienen.
(1) Ya hemos respondido en estos artículos:
http://www.otramirada.pe/petroper%C3%BA-ahora-es-cuando-las-cifras-tienen-que-estar-muy-claras
http://larepublica.pe/impresa/opinion/857705-petroperu-no-basta-la-regla-de-3 ”
DECLARACIONES DEL INGENIERO LUIS GARCIA AL COMERCIO EL DIA 03 DE MAYO 2017
(Leer http://elcomercio.pe/economia/peru/luis-garcia-rosell-inversion-talara-se-justifica-noticia-1988783?ref=flujo_tags_351797&ft=nota_1&e=titulo)
“Luis García Rosell: "La inversión en Talara se justifica".
El presidente de Petro-Perú niega que los costos de la modernización de la refinería se hayan incrementado irregularmente
El artículo que se transcribe fue escrito por Gonzalo Carranza Editor Central de Economía y Negocios del Comercio
“- Petro-Perú ha anunciado que hará públicos los estudios sobre los costos de la modernización de la refinería de Talara. La contraloría tuvo acceso a estos documentos, pero emitió un informe muy crítico.
Ese es un tema al que he estado dándole vueltas. Parte del problema es que, si queremos comparar cotizaciones, tenemos que ver en qué nivel de ingeniería están. El primer análisis de Arthur D. Little fue hecho bajo un esquema de ingeniería conceptual, que es simplemente una idea. Luego pasa a una ingeniería básica, a una extendida, y finalmente a una ingeniería de detalle, donde hay mucha mayor precisión en los elementos a cotizar y [el presupuesto] puede crecer de manera significativa.
- ¿Cómo se llega a los US$5.400 millones de los que se habla hoy?
Esto empieza en US$1.334 millones en un primer nivel de ingeniería. Unos años después pasa a US$1.700 millones, una cifra que se anunció en los medios, pero de la que no tenemos detalles de qué incluían. Cuando se acaba el análisis de ingeniería, la inversión era alrededor de US$4.100 millones, pero se separa en tres partes: US$2.700 millones para unidades de proceso, que fue lo que se le adjudicó a Técnicas Reunidas; US$500 millones aproximadamente para obras complementarias, y US$815 millones para unidades auxiliares.
- ¿Las unidades de proceso son el ‘core’ de la refinería?
En realidad, todo es la refinería. Esto es como una casa: las obras complementarias son nivelar el terreno y pagarle al supervisor que va a mirar si la casa funciona, y las unidades auxiliares son como el garaje: puedes invertir en hacerlo o que un tercero haga la inversión y tú lo alquilas. En el caso de Talara, estaba contemplado tenerlo en libros de terceros, pero fracasaron los procesos de adjudicación y decidimos incorporarla.
- Una ventaja de que lo manejen terceros es que puedan ser más eficientes que Petro-Perú.
Esa es una forma de verlo. Otra es que ya se había anunciado un monto de inversión y cuando resultó que era mayor, se sacaron conceptos, pues tampoco se incluían las obras complementarias. Se forzó una cifra, pero en realidad la inversión era de US$4.100 millones y, sumando los gastos financieros, llegamos a un estimado de US$5.400 millones.
- ¿Por qué un estimado?
Porque haber diferido la adjudicación de estas unidades auxiliares va a generar mayor costos fijos. También por los gastos financieros. Entiendo que algunos no incorporen estos gastos, pero sí forman parte de la inversión en la medida en que se demore la culminación de la refinería. Si a una empresa le toma tres años hacer una refinería y a otra le toma 10 años un proyecto exactamente igual, el gasto financiero termina impactando en la segunda.
- Entendemos que la emisión de bonos estaba lista para salir cuando asumió el nuevo gobierno, hace nueve meses. ¿Por qué aún no sale?
Bueno, para mí han pasado ocho meses, tres como gerente general y cinco como presidente, esperamos que esto sea como un parto y salgamos pronto [risas]. Este proyecto nació sin financiamiento cerrado. Existía una ley que facultaba al Estado a avalar US$1.000 millones. Esto era insuficiente y la forma en que fue constituida esa garantía hacía que, si entrábamos en default, el Estado haría cinco pagos anuales de US$200 millones. Nominalmente eran mil millones, pero en valor presente era un valor menor. Finalmente nos pusimos de acuerdo con el MEF y nos fuimos por la idea de la emisión de bonos sin la garantía del Estado y por crédito con bancos garantizado por la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce).
- Aun si no hubiera nada irregular en el monto total de inversión, se critica que esta sea sumamente cara.
Una refinería tiene dos componentes principales: el tamaño y la complejidad. El tamaño de Talara es de mediano a chico, pero la complejidad es alta. Existen ocho refinerías similares en todo el mundo.
- ¿Por qué no buscaron otras soluciones?
Hay que evaluar tres momentos. El primero es antes de iniciar la refinería. ¿El Perú debió haber invertido en una refinería? Hay aspectos a favor y en contra, pero no soy el indicado para señalar esto. El segundo momento es cuando entramos nosotros. La decisión era si seguíamos con el proyecto. Ya se habían invertido US$1.600 millones y había compromisos contraídos por unos US$500 millones más. Si parábamos la refinería, no se podía vender la infraestructura civil, pues básicamente eran pilotes. Habríamos tenido que registrar la pérdida de esos activos y nuestro patrimonio se hubiese vuelto negativo. Además hubiéramos tenido que voltear al Estado y decirle “dame la plata para pagar la deuda”. El tercer momento era evaluar el gasto incremental y ver si su rendimiento justificaba seguir.
- ¿Justificaba?
Sí. No solo el incremental, sino la inversión total. El proyecto nos da crecimiento en capacidad de procesamiento.
También nos da competitividad al poder procesar crudo pesado, que es más barato, y al aumentar la proporción de gasolinas y diésel en nuestro portafolio, con lo que mejora nuestro precio promedio de venta. Y nos da continuidad en el mercado. Hoy existe una norma que impide comercializar en gran parte del territorio nacional diésel con más de 50 partes por millón de azufre. Eso se va a extender a las gasolinas y a todo el Perú en algún momento, como ya sucede en otros países. Y nuestras refinerías no tienen capacidad de procesar crudo para obtener combustibles de bajo azufre, íbamos a tener que cerrarlas. A estas tres razones vinculadas con la empresa, se suman dos adicionales: un combustible con bajo azufre es menos nocivo para la salud y con la refinería se pueden poner en valor las reservas de petróleo de la Amazonía, al procesar el crudo pesado que hay allí. …”
COMENTARIOS DE SSECOCONSULTING.
Los autores, reconocen el esfuerzo de Petroperú en dar información técnica al público, pero para un análisis real se requieren (al menos) disponer en adición de los balances de materia y energía tanto del Estudio de Factibilidad como del FEED ya que cambian tanto las alimentaciones como los productos (al menos en volumen) así como los requerimientos de servicios (al menos el de la electricidad generada propia).
Sería muy agradable que Petroperú publique esta información necesaria que además permitiría estimar un margen de refinación actualizado para poder estimar la viabilidad actual del Proyecto.