Los Combustibles en la Segunda Guerra Mundial
Una pregunta que hay que hacerse es ¿Cuán estratégicos son los combustibles?
Para responder esta pregunta uno se puede retrotraer a la segunda mitad de la década de 1930, ya con los tiranos Hitler, Mussolini y Stalin dirigiendo a Alemania, Italia y la Unión Soviética respectivamente.
En la siguiente figura se muestra la distribución de Europa durante la Segunda Guerra Mundial.
Una pregunta que hay que hacerse es ¿Cuán estratégicos son los combustibles?
Para responder esta pregunta uno se puede retrotraer a la segunda mitad de la década de 1930, ya con los tiranos Hitler, Mussolini y Stalin dirigiendo a Alemania, Italia y la Unión Soviética respectivamente.
En la siguiente figura se muestra la distribución de Europa durante la Segunda Guerra Mundial.
Antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial Alemania tenía petróleo asegurado desde las refinerías rumanas; EE.UU. tenía su propio petróleo y el crudo más barato suministrado por los países latinoamericanos; Gran Bretaña mantenía la hegemonía sobre el petróleo de Medio Oriente, con explotaciones en Canadá, Papúa, Sudamérica, África y Europa; y Japón lo obtenía en un 80% de EE.UU. y un 20% de los campos petrolíferos de las Indias Holandesas en el Sureste Asiático.
La historia fue diferente para Italia, pues la llegada de Mussolini cambió el panorama en ese país, quien por razones ideológicas esta vez se aliaba a Alemania, dependiendo así de las refinerías alemanas y en buena cuenta del petróleo rumano para su abastecimiento.
Japón ocupó China, Manchuria y Tailandia para proveerse de productos agrícolas y caucho, pero cuando invadió Indochina, EE.UU. le impuso un embargo petrolero y congeló los activos japoneses en el mercado americano, emitiendo además un ultimátum para que se retirara de los países ocupados.
La Producción de Petróleo en dichos años era:
La historia fue diferente para Italia, pues la llegada de Mussolini cambió el panorama en ese país, quien por razones ideológicas esta vez se aliaba a Alemania, dependiendo así de las refinerías alemanas y en buena cuenta del petróleo rumano para su abastecimiento.
Japón ocupó China, Manchuria y Tailandia para proveerse de productos agrícolas y caucho, pero cuando invadió Indochina, EE.UU. le impuso un embargo petrolero y congeló los activos japoneses en el mercado americano, emitiendo además un ultimátum para que se retirara de los países ocupados.
La Producción de Petróleo en dichos años era:
Con esta introducción adjuntamos una traducción libre del post “Blood for Oil: The Quest for Fuel in World War II“ de Michael Antonucci, publicado en 1993. Favor visitar: http://www.eiaonline.com/history/bloodforoil.htm.
También se recomienda leer a Daniel Yergin en su monumental obra The Prize: The Epic Quest for Oil, Money & Power.
Especialmente se recomeinda leer los siguientes capítulos;
Capítulo. 16: El camino de Japón a la Guerra
Capítulo 17: Fórmula de Alemania para la Guerra
Capítulo 18: El Talón de Aquiles de Japón
Capítulo 19.- La Guerra de los Aliados.
Si se retorna al artículo de Antonucci se tiene:
El Mundo antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial
Los líderes de todas las naciones que participaron en la Segunda Guerra Mundial eran conscientes de la importancia del suministro de petróleo para los planes de guerra. Ya desde la Primera Guerra Mundial se hizo evidente de su importancia a medida que los ejércitos se mecanizaron, ya que la necesidad de fuentes seguras de combustibles y lubricantes se convirtió en la condición sine qua non para las operaciones militares. Un diplomático francés Henri Berenger indicaba en 1921 que, en la próxima guerra: "El que es dueño del petróleo será dueño del mundo, porque él gobernará el mar por medio de los aceites pesados, el aire por medio de la combustibles ultra-refinados, y los medios terrestres de la gasolina y los aceites que iluminan ".
El teatro europeo: Indicadores de la Pre-guerra.
El dictador Nazi Hitler afirmaba que "para luchar, tenemos que tener combustibles para nuestra maquinaria."
Pese a ser un mediocre estratega militar, Adolf Hitler tuvo una comprensión de los fundamentos económicos de la guerra a gran escala al igual que el alto mando nazi. A su llegada al poder en 1933, Hitler empezó la búsqueda de métodos para aumentar la exploración y producción de petróleo.
Entre 1933 y 1939, la producción alemana de petróleo crudo nacional casi se triplicó a 4,5 millones de barriles por año. Como fue el caso de la mayoría de los países de Europa occidental, Alemania era rica en carbón, pero pobre en petróleo. Bajo las órdenes de Hitler, los ingenieros alemanes comenzaron a trabajar para producir combustibles sintéticos, sobre todo a partir de carbón y lignito, a un ritmo sin precedentes. Para 1941, la producción de combustible sintético había llegado a un nivel de 31 millones de barriles por año. Los programas de austeridad en el consumo de combustibles se implantaron antes del comienzo de la guerra, y el combustible comprado a la Unión Soviética y Rumania se almacenaba para cubrir necesidades futuras.
A pesar de todas estas medidas, no había suficiente petróleo disponible en Europa para satisfacer las enormes necesidades de una fuerza mecanizada al servicio de un país con objetivos expansionistas. Una división panzer normalmente consumía 1.000 galones (aprox. 30 barriles) de combustible por milla recorrida. Por lo tanto, a pesar de las medidas draconianas practicadas por la Wehrmacht, rápidamente se hizo evidente que las tácticas alemanas debían ser modificadas para funcionar dentro de los límites de los recursos disponibles. Esto condujo a la concepción y la práctica de la Blitzkrieg.
La brecha que existía entre las necesidades de combustible del ejército alemán y los suministros disponibles era enorme. Las imágenes de panzers rodando por Polonia, los Países Bajos y Francia caracterizaron al nuevo estilo de guerra que Alemania nazi había creado. Sin embargo los panzers sólo eran una pequeña parte de toda la fuerza, y el ejército alemán estaba lejos de estar totalmente mecanizada.
Aunque variaba de campaña a campaña y una unidad a otra, hasta en un 70 por ciento del transporte alemán permaneció diseñada a caballo durante toda la guerra. Había 5,375 caballos asignados a cada división de infantería. De hecho, a medida que la guerra se prolongaba y el petróleo se convertía en un insumo crítico, los caballos se volvieron cada vez más importantes en el esfuerzo de guerra alemán.
Alemania necesitaba más petróleo del que tenía disponible para sus industrias y para las máquinas de guerra en el frente. Por tanto, a nivel estratégico, la Blitzkrieg (Guerra Relámpago) fue vista como la solución, ya que se podía ganar batallas antes que los suministros de combustible se agotaran.
En 1938, Hitler logró el Anschluss de Austria con dos divisiones móviles: la 2ª División Panzer de Würzburg, y la División Leibstandarte SS de Berlín. Ambas unidades pasearon triunfalmente por Austria Y Viena. Es poco conocido que a mitad de camino a través de la operación cuando ambas columnas se quedaron sin gasolina. Fue necesario comprar gasolina a las estaciones de servicio a lo largo de la ruta para completar con éxito la ocupación nazi.
Inicio de la Guerra y los Comandos del Petróleo
Antes del inicio dela Guerra, el alto mando alemán entendió que conquistando territorio no sería suficiente para ganar la guerra. Los suministros de combustible de las zonas recién conquistadas tenían que ser apropiados para el uso alemán. La captura intacta de los campos de petróleo del enemigo se convirtió en una tarea primordial en todas sus invasiones.
Se determinó la necesidad de contar con grupos cualificado de ingenieros y técnicos para restaurar los campos petroleros devastados por la guerra o poner en operación refinerías. El Ejército formó unidades de "comandos de petróleo", cuya misión sería la ocupación técnica y reparación de las instalaciones petroleras enemigas capturadas.
La primera prueba de los Comandos del petróleo se produjo en la campaña de Polonia. Un equipo de 50 especialistas en exploración y producción de petróleo acompañó al XXII Cuerpo del Ejército en su carrera a través del sudeste de Polonia, con el objetivo de apoderarse de los campos petroleros y refinerías de Galicia. El bombardeo comenzó el 1 de septiembre de 1939, y al siguiente día una división panzer del XIX cuerpo ya se había quedado sin combustible, debido a la escasez de camiones para transportar combustible.
Los Comandos llegaron a las afueras de los campos petroleros de Galicia el 15 de septiembre, y establecieron una oficina en Jaslo. Pero en el momento en el XXII Cuerpo avanzó a Winniki, los soviéticos habían entrado en escena y ocupado los campos por delante de ellos. Alemania terminó capturando sólo el 30 por ciento del petróleo de Polonia, y tuvo que negociar con Stalin para una venta anual de petróleo equivalente para el otro 70 por ciento.
Hitler que creó el programa "Petróleo Brigada Técnica," la que llegó en su apogeo a tener casi 15.000 hombres y en los que grupos más pequeños llamados "Kommandos" o destacamentos realizaban tareas específicas en los campos.
La guerra en el oeste de Europa, 1940 -1941
Desde el punto de vista de abastecimientos de combustible, la caída de Francia puede ser considerada la mayor victoria de la guerra a Alemania. Es decir, por primera y única vez, Hitler puso fin a una campaña con más petróleo del que tenía cuando empezó.
El ejército alemán y la fuerza aérea habían aprendido durante la campaña polaca la necesidad de acumular reservas de combustibles para la guerra en el Oeste. Al final de la campaña contra Francia, la Wehrmacht había capturado a más de 20 millones de barriles de petróleo de los franceses, belgas y holandeses y dado que habían utilizado sólo 12 millones de barriles a través de la campaña, tuvieron una ganancia neta de 8 millones de barriles. Sin embargo, y para mostrar la precaria situación de los combustibles en Alemania, los Estados Unidos produjeron en 1937 más de un millón de barriles por día.
Los alemanes tenían como combustible básico a la gasolina al igual que los Estados Unidos y la Gran Bretaña. La Unión Soviética, de otro lado, dependía fundamentalmente del diesel.
Durante la campaña contra Francia, los Comandos de petróleo debían apoderarse de los pozos petroleros franceses en Alsacia. El 21 de junio, con la ayuda de colaboradores franceses, lo hicieron sin disparar un tiro, capturando 1.5 millones de galones de petróleo allí almacenados, además lograron producir a plena capacidad en pocos meses.
El petróleo también ayudó a decidir la batalla de Inglaterra. La Real Fuerza Aérea inglesa, que tenía acceso al petróleo de Estados Unidos, pudo utilizar gasolina de aviación de 100 octanos en sus aviones Spitfires y Hurricanes. Esta gasolina permitía un mejor rendimiento del motor, obteniéndose despegues rápidos y mayor velocidad y capacidad de carga.
Los alemanes eligieron la cantidad sobre la calidad ya que la producción de gasolina de aviación de mayor octanaje hubiera significado una menor producción. La Luftwaffe tuvo que emplear gasolina de 87 octanos en sus aviones. Como se indicó trajo un menor rendimiento en los motores, lo que hacía que la aviación alemana sólo podía permanecer en el espacio aéreo británico durante 15-20 minutos para conservar combustible para regresar a sus bases. Así, dada la naturaleza que tuvo la batalla de Inglaterra, cualquier mejora en la calidad de la gasolina de aviación empelada por la Luftwaffe pudiera haber cambiado el curso de la batalla.
A principios de 1941, Alemania envió a los Afrika Korps para salvar a los italianos de la derrota en el norte de África, iniciándose la primera de las muchas paradojas que se produjeron en la búsqueda de petróleo por parte de los nazis. A medida que los alemanes conquistaban más territorio acumulaban petróleo, pero también aumentaba la responsabilidad por las necesidades de petróleo de las nuevas adquisiciones. Como cada estado conquistado era un importador neto de petróleo, Hitler encontraba que la brecha entre la oferta y la demanda de petróleo se ampliaba, incluso mientras iba aparentemente ganando la guerra. En ninguna parte el problema fue más evidente que en el Mediterráneo.
La Italia fascista fue aliado de Alemania en la guerra por el petróleo, siendo más un obstáculo que una ayuda. Italia importó el 92 por ciento de su petróleo en 1939. (El petróleo de su colonia, Libia, irónicamente estaba a mayor profundidad que la que le hubiera permitido ser descubierto por los métodos de la época. Cuando los alemanes entraron en el norte de África, también tuvieron que asumir la tarea de ayudar a proveer de combustible a las fuerzas armadas italianas.
Rommel hizo maravillas con el poco combustible que tenía su disposición, pero ningún comandante sufrió más de la incertidumbre de combustible que él. Ya en junio de 1941, Rommel escribió: "Sabíamos que nuestros movimientos se decidirían más por el medidor de gasolina que por necesidades tácticas."
Rommel también se encontró con otra paradoja del petróleo. Con tan vastas distancias a recorrer en el desierto del norte de África, se encontró con que a veces no tenía suficiente combustible para sus camiones cisterna. Hubo casos en los que consumió hasta el 50% del combustible de una división para transportar el resto hasta el frente. Cisternas llegaban al frente sólo para descubrir que no había suficiente gasolina para el viaje de regreso.
Petróleo y la Operación Barbaroja contra la Unión Soviética
A fines de 1940, Hitler había conquistado prácticamente toda Europa occidental, y sólo Gran Bretaña seguía la Guerra contra los Países del Eje liderados por Alemania.
Los motivos por los cuales Hitler decidió atacar a la Unión Soviética aún se debaten hoy, pero es evidente que las preocupaciones por el suministro de petróleo jugaron al menos una parte en esa decisión.
Los soviéticos habían vendido más de 4,5 millones de barriles de petróleo a Hitler antes de que él enviara al ejército alemán al este en la Operación Barbarroja contra la Unión Soviética que era en ese momento el segundo productor de petróleo del mundo.
La Unión Soviética, a pesar de un estricto racionamiento, tenía que importar petróleo de los Estados Unidos para satisfacer sus propias necesidades. Fue con el fin de asegurar el suministro de petróleo para la Unión Soviética que Stalin aceptó la posición de Hitler respecto a sus demandas territoriales en Rumania.
La mayor parte del crudo de Hitler provenía de los campos rumanos en Ploesti, y al avanzar los soviéticos cerca de la frontera con Rumanía, el Ejército Rojo quedó muy cerca de las líneas de suministro críticos alemanes. Fue en ese momento que Hitler decidió invadir la Unión Soviética.
Después de la guerra, un espía de Estados Unidos en el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán en Berlín, informaba: "La necesidad de Alemania de obtener petróleo soviético fue considerada la principal razón para el ataque. Debido a que las entregas soviéticas eran insuficientes para satisfacer las necesidades alemanas para llevar la guerra [en Occidente] a una conclusión, el único recurso parecía ser la captura y explotación por parte de los alemanes de los recursos petroleros de la Unión Soviética".
Por supuesto, Hitler tenía objetivos políticos y militares en su invasión, así, a saber, la destrucción del régimen soviético y del Ejército Rojo. Estos objetivos entran en conflicto con la necesidad de obtener petróleo una vez que comenzó el ataque. En su Directiva de 21 de agosto de 1941, Hitler mostró claramente su objetivo fundamental de la invasión: "El objetivo más importante que se alcance antes de la llegada del invierno no es capturar Moscú, pero aprovechar la Crimea y la zona industrial y región carbonífera del Donetz, y cortar el suministro de petróleo ruso desde la zona del Cáucaso".
Esta última área era la que suministraba el 84 por ciento del petróleo producido en toda la Unión Soviética. El 72 por ciento del petróleo era suministrado por Bakú, el resto de los complejos más pequeños en Maikop y Groque szni. Durante el segundo año de operaciones en el este, esos campos se convirtieron en los principales blancos del ejército alemán y la Brigada Técnica de Comandos de Petróleo fue ampliada.
Si Hitler hubiera ganado la guerra en el frente oriental, su próxima gran operación, sin duda, habría sido una dirigida a la obtención del petróleo de Medio Oriente a través de ataques de pinza lanzados desde el Cáucaso y los Balcanes, a continuación, la vinculación con el Afrika Korps que llegaría desde de Palestina. Era un plan importante, afortunadamente sin embargo no tuvo éxito.
El año 1942 y Campaña por el Cáucaso
La captura de los campos petroleros del Cáucaso requeriría un gran consumo de las reservas de petróleo acumuladas de los alemanes. Los planificadores alemanes para la operación concluyeron que incluso en las proyecciones más optimistas sólo había suficiente combustible para 60 días de campaña en la Unión Soviética. Al igual que con las campañas anteriores contra Polonia y Occidente, la operación de 1942 tenía que ser una victoria Blitzkrieg, o de lo contrario el movimiento sufriría por la falta de petróleo y podría ocasionar una eventual derrota.
Hitler aceptó la apuesta y el Grupo de Ejércitos A, junto con 6.000 miembros de la Brigada de Técnica de Comandos de Petróleo, fue enviado hacia Bakú en julio de 1942. El Grupo de Ejércitos B fue asignado para proteger el flanco por el cruce del río Don y tomar la ciudad de Stalingrado.
Desde el principio, los augurios no fueron buenos. A diferencia de la guerra en el oeste, la captura de combustible soviético resultó ser inútil para los panzers porque los comunistas empleaban tanques que consumían diesel, mientras que los tanques alemanes operaban con gasolina regular. Por lo tanto Bakú tenía que ser no sólo rápidamente capturado, sino que sus instalaciones debían ser adaptadas para maximizar la producción de gasolina.
A principios del otoño, Maikop estaba en manos de los alemanes, y en diciembre de petróleo fluía una vez más de ella, a pesar de los esfuerzos de partisanos soviéticos y saboteadores por impedirlo. Sin embargo, el Grupo de Ejércitos A nunca llegó a Grozny o Bakú. Hitler perdió de vista su objetivo material y lo cambió por el de Stalingrado que sólo tenía importancia simbólica. Hitler transfirió ocho divisiones del Grupo de Ejércitos A al B, y con su parque vehicular debilitado, el Grupo A no pudo ingresar a la zona montañosa y tampoco pudo resistir el posterior contraataque soviético cuando llegó. Finalmente Maikop fue retomado por los soviéticos en enero de 1943.
Una campaña que debía haber durado sólo unas semanas se había extendido por meses y luego por años. La mitad de las reservas de petróleo de Alemania se consumieron en el frente oriental. A principios de 1942, Hitler dijo: "Si no consigo el petróleo de Maikop y Grozni, entonces tengo que poner fin a la guerra." Debió de haber aceptado su propio consejo.
Los aliados contraatacan
Los aviones B-17, llamados fortalezas volantes participaron durante el año 1944 en innumerables incursiones contra las instalaciones de combustible de Alemania. Esto porque los aliados eran conscientes del poder del arma del petróleo.
Los Aliados mantuvieron una estrecha vigilancia sobre la producción de petróleo alemán, incluso enviaron expertos para examinar el aceite del cárter de aviones de la Luftwaffe caídos para determinar la calidad de sus lubricantes. También tuvieron la suerte de mantener el control de un gran porcentaje de las reservas de petróleo conocidas del mundo en Estados Unidos, Rusia y Oriente Medio. Sin embargo, sufrieron escasez, sobre todo debido al devastador ataque de submarinos a los buques tanque aliados.
En la segunda mitad de 1944, una vez que el avance del Ejército Rojo había recuperado Ploesti y sus campos de petróleo, las fuerzas de Hitler habían pasado a depender casi exclusivamente de la producción de combustible sintético. Las instalaciones de combustible sintético se convirtieron en objetivos primarios de los bombardeos aliados.
Entre mayo y septiembre de 1944, los bombardeos aliados redujeron la producción alemana de combustible sintético en un 85 por ciento. En una sólo ataque el 12 de mayo, 935 bombarderos tipo Flying Fortress y Libertador atacaron las instalaciones petroleras en Zwickau, Leuna, Brux, Lutzendorf y Bohlen. Cada instalación fue dañada, y la mitad de ellos fueron cerrados. Albert Speer, Ministro de Armamento y Municiones de Hitler, dijo: "En ese día la guerra tecnológica se decidió."
A pesar del hecho de Alemania produjo cantidades récord de armamentos durante 1944, no había suficiente combustible o lubricantes para poner en funcionamiento todas las máquinas nuevas. Speer llegó a la conclusión: "La pérdida de combustible ha tenido un efecto más decisivo en el curso de la guerra de las dificultades en materia de armamentos y de las comunicaciones". Poco antes de la caída de Berlín, , Alemania se había reducido a lo que equivalía a un nivel pre-industrial debido a la falta de combustibles.
Como ejemplo, la producción de gasolina de aviación se había reducido en un 95 por ciento, lo que ocasionó otra paradoja: sin combustible, los alemanes no podían volar para proteger las instalaciones petroleras, lo que significaba refinerías más destruidas y por lo tanto menos combustible. En los aeropuertos los aviones eran remolcados a las pistas por equipos de vacas y caballos.
El Ministro de Industria Alemán Speer vio el final inevitable cuando se encontró con una columna de 150 camiones del 10° Ejército alemán, cada uno de los cuales tenía cuatro bueyes enganchados a ella. Incluso muchos de los cohetes V-1 y V-2 tuvieron que ser transportados a sus sitios de lanzamiento en carros tirados por caballos.
La Batalla de las Ardenas drenó gran parte de las últimas reservas de combustible alemanas. Durante su apogeo, la vanguardia de la 2ª División Panzer se redujo a presionar sobre hacia el río Mosa a pie después de sus tanques habían quedado sin gasolina.
La primacía del petróleo fue nunca mejor demostrada que durante la batalla final por Berlín. Durante esta batalla final miles de tanques alemanes, aviones y cañones estaban parados en los almacenes cercanos por la falta de combustible y lubricantes necesarios para operarlos.
Teniendo en cuenta todo esto, fue una paradoja que el cuerpo del suicida Hitler fuera rociado con gasolina y cremado después de su suicidio.
La Guerra en el Océano Pacífico
"Dios está en el lado de la nación que tiene petróleo." - Prof. Wakimura Universidad Imperial de Tokio.
El Japón, socio del Eje, inició una guerra con los Estados Unidos por causa del petróleo ya que su embargo por parte de los Estados Unidos iba en contra de las ambiciones imperiales japonesas.
Lo que había ocurrido es que en Estados Unidos ciertos sectores se oponían a seguir vendiendo combustible a los japoneses ya que el Ejército Imperial Japonés podía atacar a la parte continental de Asia. Sin embargo, Estados Unidos se mantuvo cauteloso durante un tiempo. Un análisis de la Marina estadounidense antes de la guerra concluyó: "Un embargo de petróleo probablemente originaría un ataque temprano por Japón a Malasia y las Indias Orientales Holandesas, y posiblemente serviría para involucrar a Estados Unidos en una guerra en el Pacífico."
Los japoneses, por su parte, había almacenado crudo de California y crudo mexicano, incluso habían ofrecido comprar una zona potencialmente rica en petróleo de México.
La búsqueda de petróleo llevó a Japón a la primera paradoja del petróleo de la Guerra del Pacífico. Los japoneses, temerosos de un embargo de petróleo de Estados Unidos, trataron de diversificar sus fuentes al hacerse con el control de los territorios productores de petróleo, pero fue precisamente esa política la que finalmente llevó al embargo.
Al igual que los alemanes, los japoneses eran conscientes de su vulnerabilidad al petróleo. El almirante Isoroku Yamamoto, arquitecto del ataque a Pearl Harbour, estaba tan preocupado por la falta de crudo que en un momento él personalmente patrocinó experimentos por un "científico" que afirmó estar trabajando en un método para transformar el agua en aceite.
Cuando se inició el embargo comercial contra Japón en octubre de 1941, los planificadores militares estadounidenses se dieron cuenta de la guerra en el Pacífico se había convertido en inevitable. Interceptando y descifrando el tráfico de radio los llevó a creer que los japoneses invadirían directamente a las fuentes de petróleo en Indonesia y Malasia. Los campos de la Indias Orientales producían 170.000 barriles de crudo al día y sólo se defendieron a la ligera. La idea japonés de primero poner a la Marina de Estados Unidos fuera de acción no estaba en los escenarios de la mayoría de analistas americanos.
A pesar de su preocupación por el petróleo, los japoneses pasaron por alto su importancia en la batalla ya que esto sin duda podría haber tenido un impacto decisivo en toda la guerra. Es así que los planificadores del ataque a Pearl Harbour se concentraron en los buques de guerra estadounidenses y las instalaciones portuarias, y nunca pensaron en destruir los tanques de almacenamiento que mantenían el suministro de combustible a toda la flota del Pacífico de Estados Unidos.
En Pearl Harbour, después que la segunda oleada de aviones de ataque volvió a los portaaviones japoneses, algunos de los pilotos trataron de convencer a su comandante el Adm. De Nagano, para enviar un tercer ataque contra las instalaciones de reparación y de almacenamiento de petróleo de la base. Pero el almirante, que a veces dudaba de la viabilidad de toda la operación, no estaba dispuesto a correr el riesgo de otro ataque, por lo que ordenó ir a casa; fue un grave error.
Cada gota de petróleo almacenado en Oahu (Hawai) había sido transportado allí desde California. El almirante Nimitz, más tarde comandante en jefe de la Flota del Pacífico, recordó: "Todo el petróleo para la flota estaba en tanques de superficie en el momento de Pearl Harbour. Tuvimos alrededor de 4,5 millones de barriles de petróleo por ahí y todo fue vulnerable a balas de calibre 0.5. Si los japoneses hubieran destruido el petróleo, se habría prolongado la guerra dos años más ".
El almirante americano Kimmel, quien fue relevado de su mando de la Flota del Pacífico después del ataque, estuvo de acuerdo: "Si [los japoneses] hubieran destruido el petróleo que estaba sobre el suelo en el momento ... habría obligado a la retirada de la flota a la costa oeste de Estados Unidos] porque no había ningún petróleo en otro sitio cercano para mantener la flota operativa ".
Con la Flota del Pacífico basado en California, podría no haber habido ninguna batalla de Midway en la próxima primavera, y toda la guerra en el Pacífico habría cambiado.
Así las cosas, los japoneses tenían su camino en el Pacífico por un corto tiempo, y tomó la mayor parte del petróleo de las Indias Orientales. Durante un tiempo, la Armada y el Ejército Imperial del Japón lograron lo que Hitler nunca hizo - la independencia del petróleo.
Entonces se encontraron con otro problema derivado del control de los campos petroleros (ocasionando la segunda paradoja del petróleo de la guerra en el Pacífico).Este fue que los japoneses tenían un número insuficiente de los buques cisterna para transportar el petróleo necesario para sus plantas industriales en las islas de origen y en numerosos sitios repartidos en su vasto imperio. Para el petróleo que disponía, Japón demostró una creciente incapacidad para proteger sus buques tanque de los ataques de los submarinos aliados, de los buques de superficie y aeronaves. El petróleo tenía que viajar miles de kilómetros para llegar desde los campos de Balikpapan en Borneo a puertos de origen en Japón. Los aliados estaban al acecho a lo largo de la ruta.
Inmediatamente después de tomar el mando de la Flota del Pacífico, el almirante Nimitz llegó a un acuerdo con el almirante King (jefe de operaciones navales) en el sentido que "los principales objetivos de las fuerzas armadas aliadas eran salvaguardar sus propias líneas de suministro y luego avanzar hacia el oeste para capturar bases desde las que se podría bloquear la indispensable 'línea de petróleo "de Japón".
Uno de los hundimientos de buques más importantes de la guerra se produjo cuando el submarino estadounidense Grenadier hundió el Taiyo Maru en el verano de 1942. Más de 1.000 expertos y técnicos petroleros japoneses estaban a bordo, rumbo a las Indias para estimular la producción de petróleo. Un total de 780 de ellos perecieron en el ataque. Para el final de la guerra, 110 petroleros japoneses se habían hundido por causa de submarinos americanos..
Las medidas de protección que los japoneses intentaron tomar probaron ser de poca ayuda. Los criptoanalistas estadounidenses habían descifrado el código naval japonés y estaban plenamente informados de los programas de los tanqueros y sus cargas. La Armada Imperial fue lento en responder; no ese stableció convoyes para los buques tanque hasta 1943.
Pronto la propia Armada Imperial comenzó a sentir la presión de la falta combustible. Los cruceros de entrenamiento se acortaron, luego eliminado. Las decisiones estratégicas se hicieron sobre la base de las necesidades de combustible en lugar de la razón política o militar. En la campaña de las islas Marianas en 1944, por ejemplo, la flota de guerra japonesa no hizo ningún intento de obstaculizar el avance de los estadounidenses debido a que su suministro de combustible era demasiado bajo. Los japoneses estaban dispuestos a arriesgarlo todo para defender las Filipinas debido a que la ubicación de esas islas los hizo fundamental para la defensa de las rutas imperiales de suministro que iban de Borneo y Sumatra hasta Tokio. En la batalla en el golfo de Leyte, cuando la fuerza del general MacArthur todavía podía recibir un contra ataque, la segunda flota japonesa, bajo el almirante Takeo Kurita, dio media vuelta a sólo 40 millas de las playas. Sentía que estaba demasiado corto en el combustible para arriesgar un ataque.
Para el final de la guerra, la producción de las refinerías japonesas se había reducido al seis por ciento de lo normal, y la población civil fue encargada de preparar combustible de raíces de los pinos. Esto fue un intento inútil ya que incluso en los informes del gobierno japonés de la época, se informaba que para cumplir el objetivo de 12,000 barriles de combustible raíz de pino por día habría requerido los esfuerzos de tiempo completo, de 1.25 millones de trabajadores. Además, el combustible raíz de pino tenía tal cantidad de gomas que su empleo inutilizaba los motores después de un tiempo de funcionamiento corto.
Una faceta triste de la situación del petróleo Pacífico, fue que el uso de aviones suicidas kamikazes se desarrolló en parte como un medio para conservar el combustible. Japón tenía muy poca gasolina de aviación, sin embargo tenía una gran cantidad de pilotos. Según teoría, tres aviones suicidas eran suficientes para hundir un buque de guerra estadounidense, mientras que ataque convencional requería entre 15 y 20 cazabombarderos japoneses. Notar que los aviones kamikazes no requerirían ningún combustible para regresar a la base.
Al final de la Segunda Guerra se dio una paradoja en el Japón: justo en el momento en que era necesario que la flota imperial japonesa se concentrara para repeler los ataques aliados, esta se vio obligado a dispersarse para mantener la proximidad a las fuentes de combustible.
Como una nota final. Poco después de la rendición del Japón, un destacamento de marineros estadounidenses fue a arrestar el general Hideki Tojo por crímenes de guerra. El intentó suicidarse, y se necesitaron dos horas para encontrar una ambulancia con suficiente combustible para llevarlo a un hospital. Un oficial naval americano, testigo de los hechos reflexionó: "Lo que aprendí entonces fue que no se debe perder una guerra, y la manera de perder una guerra es quedarse sin petróleo".
Conclusión
"La guerra se decidió por los motores y el octanaje." - Joseph Stalin
"Por encima de todo, la gasolina controla cada movimiento." - Winston Churchill.
Se le invita mirar en youtube la Historia del petróleo parte 2 al final de la presentación.
También se recomienda leer a Daniel Yergin en su monumental obra The Prize: The Epic Quest for Oil, Money & Power.
Especialmente se recomeinda leer los siguientes capítulos;
Capítulo. 16: El camino de Japón a la Guerra
Capítulo 17: Fórmula de Alemania para la Guerra
Capítulo 18: El Talón de Aquiles de Japón
Capítulo 19.- La Guerra de los Aliados.
Si se retorna al artículo de Antonucci se tiene:
El Mundo antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial
Los líderes de todas las naciones que participaron en la Segunda Guerra Mundial eran conscientes de la importancia del suministro de petróleo para los planes de guerra. Ya desde la Primera Guerra Mundial se hizo evidente de su importancia a medida que los ejércitos se mecanizaron, ya que la necesidad de fuentes seguras de combustibles y lubricantes se convirtió en la condición sine qua non para las operaciones militares. Un diplomático francés Henri Berenger indicaba en 1921 que, en la próxima guerra: "El que es dueño del petróleo será dueño del mundo, porque él gobernará el mar por medio de los aceites pesados, el aire por medio de la combustibles ultra-refinados, y los medios terrestres de la gasolina y los aceites que iluminan ".
El teatro europeo: Indicadores de la Pre-guerra.
El dictador Nazi Hitler afirmaba que "para luchar, tenemos que tener combustibles para nuestra maquinaria."
Pese a ser un mediocre estratega militar, Adolf Hitler tuvo una comprensión de los fundamentos económicos de la guerra a gran escala al igual que el alto mando nazi. A su llegada al poder en 1933, Hitler empezó la búsqueda de métodos para aumentar la exploración y producción de petróleo.
Entre 1933 y 1939, la producción alemana de petróleo crudo nacional casi se triplicó a 4,5 millones de barriles por año. Como fue el caso de la mayoría de los países de Europa occidental, Alemania era rica en carbón, pero pobre en petróleo. Bajo las órdenes de Hitler, los ingenieros alemanes comenzaron a trabajar para producir combustibles sintéticos, sobre todo a partir de carbón y lignito, a un ritmo sin precedentes. Para 1941, la producción de combustible sintético había llegado a un nivel de 31 millones de barriles por año. Los programas de austeridad en el consumo de combustibles se implantaron antes del comienzo de la guerra, y el combustible comprado a la Unión Soviética y Rumania se almacenaba para cubrir necesidades futuras.
A pesar de todas estas medidas, no había suficiente petróleo disponible en Europa para satisfacer las enormes necesidades de una fuerza mecanizada al servicio de un país con objetivos expansionistas. Una división panzer normalmente consumía 1.000 galones (aprox. 30 barriles) de combustible por milla recorrida. Por lo tanto, a pesar de las medidas draconianas practicadas por la Wehrmacht, rápidamente se hizo evidente que las tácticas alemanas debían ser modificadas para funcionar dentro de los límites de los recursos disponibles. Esto condujo a la concepción y la práctica de la Blitzkrieg.
La brecha que existía entre las necesidades de combustible del ejército alemán y los suministros disponibles era enorme. Las imágenes de panzers rodando por Polonia, los Países Bajos y Francia caracterizaron al nuevo estilo de guerra que Alemania nazi había creado. Sin embargo los panzers sólo eran una pequeña parte de toda la fuerza, y el ejército alemán estaba lejos de estar totalmente mecanizada.
Aunque variaba de campaña a campaña y una unidad a otra, hasta en un 70 por ciento del transporte alemán permaneció diseñada a caballo durante toda la guerra. Había 5,375 caballos asignados a cada división de infantería. De hecho, a medida que la guerra se prolongaba y el petróleo se convertía en un insumo crítico, los caballos se volvieron cada vez más importantes en el esfuerzo de guerra alemán.
Alemania necesitaba más petróleo del que tenía disponible para sus industrias y para las máquinas de guerra en el frente. Por tanto, a nivel estratégico, la Blitzkrieg (Guerra Relámpago) fue vista como la solución, ya que se podía ganar batallas antes que los suministros de combustible se agotaran.
En 1938, Hitler logró el Anschluss de Austria con dos divisiones móviles: la 2ª División Panzer de Würzburg, y la División Leibstandarte SS de Berlín. Ambas unidades pasearon triunfalmente por Austria Y Viena. Es poco conocido que a mitad de camino a través de la operación cuando ambas columnas se quedaron sin gasolina. Fue necesario comprar gasolina a las estaciones de servicio a lo largo de la ruta para completar con éxito la ocupación nazi.
Inicio de la Guerra y los Comandos del Petróleo
Antes del inicio dela Guerra, el alto mando alemán entendió que conquistando territorio no sería suficiente para ganar la guerra. Los suministros de combustible de las zonas recién conquistadas tenían que ser apropiados para el uso alemán. La captura intacta de los campos de petróleo del enemigo se convirtió en una tarea primordial en todas sus invasiones.
Se determinó la necesidad de contar con grupos cualificado de ingenieros y técnicos para restaurar los campos petroleros devastados por la guerra o poner en operación refinerías. El Ejército formó unidades de "comandos de petróleo", cuya misión sería la ocupación técnica y reparación de las instalaciones petroleras enemigas capturadas.
La primera prueba de los Comandos del petróleo se produjo en la campaña de Polonia. Un equipo de 50 especialistas en exploración y producción de petróleo acompañó al XXII Cuerpo del Ejército en su carrera a través del sudeste de Polonia, con el objetivo de apoderarse de los campos petroleros y refinerías de Galicia. El bombardeo comenzó el 1 de septiembre de 1939, y al siguiente día una división panzer del XIX cuerpo ya se había quedado sin combustible, debido a la escasez de camiones para transportar combustible.
Los Comandos llegaron a las afueras de los campos petroleros de Galicia el 15 de septiembre, y establecieron una oficina en Jaslo. Pero en el momento en el XXII Cuerpo avanzó a Winniki, los soviéticos habían entrado en escena y ocupado los campos por delante de ellos. Alemania terminó capturando sólo el 30 por ciento del petróleo de Polonia, y tuvo que negociar con Stalin para una venta anual de petróleo equivalente para el otro 70 por ciento.
Hitler que creó el programa "Petróleo Brigada Técnica," la que llegó en su apogeo a tener casi 15.000 hombres y en los que grupos más pequeños llamados "Kommandos" o destacamentos realizaban tareas específicas en los campos.
La guerra en el oeste de Europa, 1940 -1941
Desde el punto de vista de abastecimientos de combustible, la caída de Francia puede ser considerada la mayor victoria de la guerra a Alemania. Es decir, por primera y única vez, Hitler puso fin a una campaña con más petróleo del que tenía cuando empezó.
El ejército alemán y la fuerza aérea habían aprendido durante la campaña polaca la necesidad de acumular reservas de combustibles para la guerra en el Oeste. Al final de la campaña contra Francia, la Wehrmacht había capturado a más de 20 millones de barriles de petróleo de los franceses, belgas y holandeses y dado que habían utilizado sólo 12 millones de barriles a través de la campaña, tuvieron una ganancia neta de 8 millones de barriles. Sin embargo, y para mostrar la precaria situación de los combustibles en Alemania, los Estados Unidos produjeron en 1937 más de un millón de barriles por día.
Los alemanes tenían como combustible básico a la gasolina al igual que los Estados Unidos y la Gran Bretaña. La Unión Soviética, de otro lado, dependía fundamentalmente del diesel.
Durante la campaña contra Francia, los Comandos de petróleo debían apoderarse de los pozos petroleros franceses en Alsacia. El 21 de junio, con la ayuda de colaboradores franceses, lo hicieron sin disparar un tiro, capturando 1.5 millones de galones de petróleo allí almacenados, además lograron producir a plena capacidad en pocos meses.
El petróleo también ayudó a decidir la batalla de Inglaterra. La Real Fuerza Aérea inglesa, que tenía acceso al petróleo de Estados Unidos, pudo utilizar gasolina de aviación de 100 octanos en sus aviones Spitfires y Hurricanes. Esta gasolina permitía un mejor rendimiento del motor, obteniéndose despegues rápidos y mayor velocidad y capacidad de carga.
Los alemanes eligieron la cantidad sobre la calidad ya que la producción de gasolina de aviación de mayor octanaje hubiera significado una menor producción. La Luftwaffe tuvo que emplear gasolina de 87 octanos en sus aviones. Como se indicó trajo un menor rendimiento en los motores, lo que hacía que la aviación alemana sólo podía permanecer en el espacio aéreo británico durante 15-20 minutos para conservar combustible para regresar a sus bases. Así, dada la naturaleza que tuvo la batalla de Inglaterra, cualquier mejora en la calidad de la gasolina de aviación empelada por la Luftwaffe pudiera haber cambiado el curso de la batalla.
A principios de 1941, Alemania envió a los Afrika Korps para salvar a los italianos de la derrota en el norte de África, iniciándose la primera de las muchas paradojas que se produjeron en la búsqueda de petróleo por parte de los nazis. A medida que los alemanes conquistaban más territorio acumulaban petróleo, pero también aumentaba la responsabilidad por las necesidades de petróleo de las nuevas adquisiciones. Como cada estado conquistado era un importador neto de petróleo, Hitler encontraba que la brecha entre la oferta y la demanda de petróleo se ampliaba, incluso mientras iba aparentemente ganando la guerra. En ninguna parte el problema fue más evidente que en el Mediterráneo.
La Italia fascista fue aliado de Alemania en la guerra por el petróleo, siendo más un obstáculo que una ayuda. Italia importó el 92 por ciento de su petróleo en 1939. (El petróleo de su colonia, Libia, irónicamente estaba a mayor profundidad que la que le hubiera permitido ser descubierto por los métodos de la época. Cuando los alemanes entraron en el norte de África, también tuvieron que asumir la tarea de ayudar a proveer de combustible a las fuerzas armadas italianas.
Rommel hizo maravillas con el poco combustible que tenía su disposición, pero ningún comandante sufrió más de la incertidumbre de combustible que él. Ya en junio de 1941, Rommel escribió: "Sabíamos que nuestros movimientos se decidirían más por el medidor de gasolina que por necesidades tácticas."
Rommel también se encontró con otra paradoja del petróleo. Con tan vastas distancias a recorrer en el desierto del norte de África, se encontró con que a veces no tenía suficiente combustible para sus camiones cisterna. Hubo casos en los que consumió hasta el 50% del combustible de una división para transportar el resto hasta el frente. Cisternas llegaban al frente sólo para descubrir que no había suficiente gasolina para el viaje de regreso.
Petróleo y la Operación Barbaroja contra la Unión Soviética
A fines de 1940, Hitler había conquistado prácticamente toda Europa occidental, y sólo Gran Bretaña seguía la Guerra contra los Países del Eje liderados por Alemania.
Los motivos por los cuales Hitler decidió atacar a la Unión Soviética aún se debaten hoy, pero es evidente que las preocupaciones por el suministro de petróleo jugaron al menos una parte en esa decisión.
Los soviéticos habían vendido más de 4,5 millones de barriles de petróleo a Hitler antes de que él enviara al ejército alemán al este en la Operación Barbarroja contra la Unión Soviética que era en ese momento el segundo productor de petróleo del mundo.
La Unión Soviética, a pesar de un estricto racionamiento, tenía que importar petróleo de los Estados Unidos para satisfacer sus propias necesidades. Fue con el fin de asegurar el suministro de petróleo para la Unión Soviética que Stalin aceptó la posición de Hitler respecto a sus demandas territoriales en Rumania.
La mayor parte del crudo de Hitler provenía de los campos rumanos en Ploesti, y al avanzar los soviéticos cerca de la frontera con Rumanía, el Ejército Rojo quedó muy cerca de las líneas de suministro críticos alemanes. Fue en ese momento que Hitler decidió invadir la Unión Soviética.
Después de la guerra, un espía de Estados Unidos en el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán en Berlín, informaba: "La necesidad de Alemania de obtener petróleo soviético fue considerada la principal razón para el ataque. Debido a que las entregas soviéticas eran insuficientes para satisfacer las necesidades alemanas para llevar la guerra [en Occidente] a una conclusión, el único recurso parecía ser la captura y explotación por parte de los alemanes de los recursos petroleros de la Unión Soviética".
Por supuesto, Hitler tenía objetivos políticos y militares en su invasión, así, a saber, la destrucción del régimen soviético y del Ejército Rojo. Estos objetivos entran en conflicto con la necesidad de obtener petróleo una vez que comenzó el ataque. En su Directiva de 21 de agosto de 1941, Hitler mostró claramente su objetivo fundamental de la invasión: "El objetivo más importante que se alcance antes de la llegada del invierno no es capturar Moscú, pero aprovechar la Crimea y la zona industrial y región carbonífera del Donetz, y cortar el suministro de petróleo ruso desde la zona del Cáucaso".
Esta última área era la que suministraba el 84 por ciento del petróleo producido en toda la Unión Soviética. El 72 por ciento del petróleo era suministrado por Bakú, el resto de los complejos más pequeños en Maikop y Groque szni. Durante el segundo año de operaciones en el este, esos campos se convirtieron en los principales blancos del ejército alemán y la Brigada Técnica de Comandos de Petróleo fue ampliada.
Si Hitler hubiera ganado la guerra en el frente oriental, su próxima gran operación, sin duda, habría sido una dirigida a la obtención del petróleo de Medio Oriente a través de ataques de pinza lanzados desde el Cáucaso y los Balcanes, a continuación, la vinculación con el Afrika Korps que llegaría desde de Palestina. Era un plan importante, afortunadamente sin embargo no tuvo éxito.
El año 1942 y Campaña por el Cáucaso
La captura de los campos petroleros del Cáucaso requeriría un gran consumo de las reservas de petróleo acumuladas de los alemanes. Los planificadores alemanes para la operación concluyeron que incluso en las proyecciones más optimistas sólo había suficiente combustible para 60 días de campaña en la Unión Soviética. Al igual que con las campañas anteriores contra Polonia y Occidente, la operación de 1942 tenía que ser una victoria Blitzkrieg, o de lo contrario el movimiento sufriría por la falta de petróleo y podría ocasionar una eventual derrota.
Hitler aceptó la apuesta y el Grupo de Ejércitos A, junto con 6.000 miembros de la Brigada de Técnica de Comandos de Petróleo, fue enviado hacia Bakú en julio de 1942. El Grupo de Ejércitos B fue asignado para proteger el flanco por el cruce del río Don y tomar la ciudad de Stalingrado.
Desde el principio, los augurios no fueron buenos. A diferencia de la guerra en el oeste, la captura de combustible soviético resultó ser inútil para los panzers porque los comunistas empleaban tanques que consumían diesel, mientras que los tanques alemanes operaban con gasolina regular. Por lo tanto Bakú tenía que ser no sólo rápidamente capturado, sino que sus instalaciones debían ser adaptadas para maximizar la producción de gasolina.
A principios del otoño, Maikop estaba en manos de los alemanes, y en diciembre de petróleo fluía una vez más de ella, a pesar de los esfuerzos de partisanos soviéticos y saboteadores por impedirlo. Sin embargo, el Grupo de Ejércitos A nunca llegó a Grozny o Bakú. Hitler perdió de vista su objetivo material y lo cambió por el de Stalingrado que sólo tenía importancia simbólica. Hitler transfirió ocho divisiones del Grupo de Ejércitos A al B, y con su parque vehicular debilitado, el Grupo A no pudo ingresar a la zona montañosa y tampoco pudo resistir el posterior contraataque soviético cuando llegó. Finalmente Maikop fue retomado por los soviéticos en enero de 1943.
Una campaña que debía haber durado sólo unas semanas se había extendido por meses y luego por años. La mitad de las reservas de petróleo de Alemania se consumieron en el frente oriental. A principios de 1942, Hitler dijo: "Si no consigo el petróleo de Maikop y Grozni, entonces tengo que poner fin a la guerra." Debió de haber aceptado su propio consejo.
Los aliados contraatacan
Los aviones B-17, llamados fortalezas volantes participaron durante el año 1944 en innumerables incursiones contra las instalaciones de combustible de Alemania. Esto porque los aliados eran conscientes del poder del arma del petróleo.
Los Aliados mantuvieron una estrecha vigilancia sobre la producción de petróleo alemán, incluso enviaron expertos para examinar el aceite del cárter de aviones de la Luftwaffe caídos para determinar la calidad de sus lubricantes. También tuvieron la suerte de mantener el control de un gran porcentaje de las reservas de petróleo conocidas del mundo en Estados Unidos, Rusia y Oriente Medio. Sin embargo, sufrieron escasez, sobre todo debido al devastador ataque de submarinos a los buques tanque aliados.
En la segunda mitad de 1944, una vez que el avance del Ejército Rojo había recuperado Ploesti y sus campos de petróleo, las fuerzas de Hitler habían pasado a depender casi exclusivamente de la producción de combustible sintético. Las instalaciones de combustible sintético se convirtieron en objetivos primarios de los bombardeos aliados.
Entre mayo y septiembre de 1944, los bombardeos aliados redujeron la producción alemana de combustible sintético en un 85 por ciento. En una sólo ataque el 12 de mayo, 935 bombarderos tipo Flying Fortress y Libertador atacaron las instalaciones petroleras en Zwickau, Leuna, Brux, Lutzendorf y Bohlen. Cada instalación fue dañada, y la mitad de ellos fueron cerrados. Albert Speer, Ministro de Armamento y Municiones de Hitler, dijo: "En ese día la guerra tecnológica se decidió."
A pesar del hecho de Alemania produjo cantidades récord de armamentos durante 1944, no había suficiente combustible o lubricantes para poner en funcionamiento todas las máquinas nuevas. Speer llegó a la conclusión: "La pérdida de combustible ha tenido un efecto más decisivo en el curso de la guerra de las dificultades en materia de armamentos y de las comunicaciones". Poco antes de la caída de Berlín, , Alemania se había reducido a lo que equivalía a un nivel pre-industrial debido a la falta de combustibles.
Como ejemplo, la producción de gasolina de aviación se había reducido en un 95 por ciento, lo que ocasionó otra paradoja: sin combustible, los alemanes no podían volar para proteger las instalaciones petroleras, lo que significaba refinerías más destruidas y por lo tanto menos combustible. En los aeropuertos los aviones eran remolcados a las pistas por equipos de vacas y caballos.
El Ministro de Industria Alemán Speer vio el final inevitable cuando se encontró con una columna de 150 camiones del 10° Ejército alemán, cada uno de los cuales tenía cuatro bueyes enganchados a ella. Incluso muchos de los cohetes V-1 y V-2 tuvieron que ser transportados a sus sitios de lanzamiento en carros tirados por caballos.
La Batalla de las Ardenas drenó gran parte de las últimas reservas de combustible alemanas. Durante su apogeo, la vanguardia de la 2ª División Panzer se redujo a presionar sobre hacia el río Mosa a pie después de sus tanques habían quedado sin gasolina.
La primacía del petróleo fue nunca mejor demostrada que durante la batalla final por Berlín. Durante esta batalla final miles de tanques alemanes, aviones y cañones estaban parados en los almacenes cercanos por la falta de combustible y lubricantes necesarios para operarlos.
Teniendo en cuenta todo esto, fue una paradoja que el cuerpo del suicida Hitler fuera rociado con gasolina y cremado después de su suicidio.
La Guerra en el Océano Pacífico
"Dios está en el lado de la nación que tiene petróleo." - Prof. Wakimura Universidad Imperial de Tokio.
El Japón, socio del Eje, inició una guerra con los Estados Unidos por causa del petróleo ya que su embargo por parte de los Estados Unidos iba en contra de las ambiciones imperiales japonesas.
Lo que había ocurrido es que en Estados Unidos ciertos sectores se oponían a seguir vendiendo combustible a los japoneses ya que el Ejército Imperial Japonés podía atacar a la parte continental de Asia. Sin embargo, Estados Unidos se mantuvo cauteloso durante un tiempo. Un análisis de la Marina estadounidense antes de la guerra concluyó: "Un embargo de petróleo probablemente originaría un ataque temprano por Japón a Malasia y las Indias Orientales Holandesas, y posiblemente serviría para involucrar a Estados Unidos en una guerra en el Pacífico."
Los japoneses, por su parte, había almacenado crudo de California y crudo mexicano, incluso habían ofrecido comprar una zona potencialmente rica en petróleo de México.
La búsqueda de petróleo llevó a Japón a la primera paradoja del petróleo de la Guerra del Pacífico. Los japoneses, temerosos de un embargo de petróleo de Estados Unidos, trataron de diversificar sus fuentes al hacerse con el control de los territorios productores de petróleo, pero fue precisamente esa política la que finalmente llevó al embargo.
Al igual que los alemanes, los japoneses eran conscientes de su vulnerabilidad al petróleo. El almirante Isoroku Yamamoto, arquitecto del ataque a Pearl Harbour, estaba tan preocupado por la falta de crudo que en un momento él personalmente patrocinó experimentos por un "científico" que afirmó estar trabajando en un método para transformar el agua en aceite.
Cuando se inició el embargo comercial contra Japón en octubre de 1941, los planificadores militares estadounidenses se dieron cuenta de la guerra en el Pacífico se había convertido en inevitable. Interceptando y descifrando el tráfico de radio los llevó a creer que los japoneses invadirían directamente a las fuentes de petróleo en Indonesia y Malasia. Los campos de la Indias Orientales producían 170.000 barriles de crudo al día y sólo se defendieron a la ligera. La idea japonés de primero poner a la Marina de Estados Unidos fuera de acción no estaba en los escenarios de la mayoría de analistas americanos.
A pesar de su preocupación por el petróleo, los japoneses pasaron por alto su importancia en la batalla ya que esto sin duda podría haber tenido un impacto decisivo en toda la guerra. Es así que los planificadores del ataque a Pearl Harbour se concentraron en los buques de guerra estadounidenses y las instalaciones portuarias, y nunca pensaron en destruir los tanques de almacenamiento que mantenían el suministro de combustible a toda la flota del Pacífico de Estados Unidos.
En Pearl Harbour, después que la segunda oleada de aviones de ataque volvió a los portaaviones japoneses, algunos de los pilotos trataron de convencer a su comandante el Adm. De Nagano, para enviar un tercer ataque contra las instalaciones de reparación y de almacenamiento de petróleo de la base. Pero el almirante, que a veces dudaba de la viabilidad de toda la operación, no estaba dispuesto a correr el riesgo de otro ataque, por lo que ordenó ir a casa; fue un grave error.
Cada gota de petróleo almacenado en Oahu (Hawai) había sido transportado allí desde California. El almirante Nimitz, más tarde comandante en jefe de la Flota del Pacífico, recordó: "Todo el petróleo para la flota estaba en tanques de superficie en el momento de Pearl Harbour. Tuvimos alrededor de 4,5 millones de barriles de petróleo por ahí y todo fue vulnerable a balas de calibre 0.5. Si los japoneses hubieran destruido el petróleo, se habría prolongado la guerra dos años más ".
El almirante americano Kimmel, quien fue relevado de su mando de la Flota del Pacífico después del ataque, estuvo de acuerdo: "Si [los japoneses] hubieran destruido el petróleo que estaba sobre el suelo en el momento ... habría obligado a la retirada de la flota a la costa oeste de Estados Unidos] porque no había ningún petróleo en otro sitio cercano para mantener la flota operativa ".
Con la Flota del Pacífico basado en California, podría no haber habido ninguna batalla de Midway en la próxima primavera, y toda la guerra en el Pacífico habría cambiado.
Así las cosas, los japoneses tenían su camino en el Pacífico por un corto tiempo, y tomó la mayor parte del petróleo de las Indias Orientales. Durante un tiempo, la Armada y el Ejército Imperial del Japón lograron lo que Hitler nunca hizo - la independencia del petróleo.
Entonces se encontraron con otro problema derivado del control de los campos petroleros (ocasionando la segunda paradoja del petróleo de la guerra en el Pacífico).Este fue que los japoneses tenían un número insuficiente de los buques cisterna para transportar el petróleo necesario para sus plantas industriales en las islas de origen y en numerosos sitios repartidos en su vasto imperio. Para el petróleo que disponía, Japón demostró una creciente incapacidad para proteger sus buques tanque de los ataques de los submarinos aliados, de los buques de superficie y aeronaves. El petróleo tenía que viajar miles de kilómetros para llegar desde los campos de Balikpapan en Borneo a puertos de origen en Japón. Los aliados estaban al acecho a lo largo de la ruta.
Inmediatamente después de tomar el mando de la Flota del Pacífico, el almirante Nimitz llegó a un acuerdo con el almirante King (jefe de operaciones navales) en el sentido que "los principales objetivos de las fuerzas armadas aliadas eran salvaguardar sus propias líneas de suministro y luego avanzar hacia el oeste para capturar bases desde las que se podría bloquear la indispensable 'línea de petróleo "de Japón".
Uno de los hundimientos de buques más importantes de la guerra se produjo cuando el submarino estadounidense Grenadier hundió el Taiyo Maru en el verano de 1942. Más de 1.000 expertos y técnicos petroleros japoneses estaban a bordo, rumbo a las Indias para estimular la producción de petróleo. Un total de 780 de ellos perecieron en el ataque. Para el final de la guerra, 110 petroleros japoneses se habían hundido por causa de submarinos americanos..
Las medidas de protección que los japoneses intentaron tomar probaron ser de poca ayuda. Los criptoanalistas estadounidenses habían descifrado el código naval japonés y estaban plenamente informados de los programas de los tanqueros y sus cargas. La Armada Imperial fue lento en responder; no ese stableció convoyes para los buques tanque hasta 1943.
Pronto la propia Armada Imperial comenzó a sentir la presión de la falta combustible. Los cruceros de entrenamiento se acortaron, luego eliminado. Las decisiones estratégicas se hicieron sobre la base de las necesidades de combustible en lugar de la razón política o militar. En la campaña de las islas Marianas en 1944, por ejemplo, la flota de guerra japonesa no hizo ningún intento de obstaculizar el avance de los estadounidenses debido a que su suministro de combustible era demasiado bajo. Los japoneses estaban dispuestos a arriesgarlo todo para defender las Filipinas debido a que la ubicación de esas islas los hizo fundamental para la defensa de las rutas imperiales de suministro que iban de Borneo y Sumatra hasta Tokio. En la batalla en el golfo de Leyte, cuando la fuerza del general MacArthur todavía podía recibir un contra ataque, la segunda flota japonesa, bajo el almirante Takeo Kurita, dio media vuelta a sólo 40 millas de las playas. Sentía que estaba demasiado corto en el combustible para arriesgar un ataque.
Para el final de la guerra, la producción de las refinerías japonesas se había reducido al seis por ciento de lo normal, y la población civil fue encargada de preparar combustible de raíces de los pinos. Esto fue un intento inútil ya que incluso en los informes del gobierno japonés de la época, se informaba que para cumplir el objetivo de 12,000 barriles de combustible raíz de pino por día habría requerido los esfuerzos de tiempo completo, de 1.25 millones de trabajadores. Además, el combustible raíz de pino tenía tal cantidad de gomas que su empleo inutilizaba los motores después de un tiempo de funcionamiento corto.
Una faceta triste de la situación del petróleo Pacífico, fue que el uso de aviones suicidas kamikazes se desarrolló en parte como un medio para conservar el combustible. Japón tenía muy poca gasolina de aviación, sin embargo tenía una gran cantidad de pilotos. Según teoría, tres aviones suicidas eran suficientes para hundir un buque de guerra estadounidense, mientras que ataque convencional requería entre 15 y 20 cazabombarderos japoneses. Notar que los aviones kamikazes no requerirían ningún combustible para regresar a la base.
Al final de la Segunda Guerra se dio una paradoja en el Japón: justo en el momento en que era necesario que la flota imperial japonesa se concentrara para repeler los ataques aliados, esta se vio obligado a dispersarse para mantener la proximidad a las fuentes de combustible.
Como una nota final. Poco después de la rendición del Japón, un destacamento de marineros estadounidenses fue a arrestar el general Hideki Tojo por crímenes de guerra. El intentó suicidarse, y se necesitaron dos horas para encontrar una ambulancia con suficiente combustible para llevarlo a un hospital. Un oficial naval americano, testigo de los hechos reflexionó: "Lo que aprendí entonces fue que no se debe perder una guerra, y la manera de perder una guerra es quedarse sin petróleo".
Conclusión
"La guerra se decidió por los motores y el octanaje." - Joseph Stalin
"Por encima de todo, la gasolina controla cada movimiento." - Winston Churchill.
Se le invita mirar en youtube la Historia del petróleo parte 2 al final de la presentación.
Finalmente lo invitamos a ver un video de youtube tomado d el novela The Prize de Daniel Yeguin sobre la II Guerra Mundial llamado: The Prize (Part 4 of 8) - "War and Oil"